jueves, 21 de marzo de 2013

MI PIRATA Y SUS GAVETAS

     Mi buen amigo Jorge (es Dávila de apellido y periodista y escritor y es bueno y es amigo) sé bien que los piratas no tenían gavetas, tenían cofres y espadas y cuchillos. Pero el mio, cuyo fantasma me acompaña por medio siglo, tuvo gavetas y yo tengo las gavetas del pirata  llenas de papeles escritos y mapas de tesoros olvidados. Por eso he escrito para tí estos párrafos justificantes.                              

        

 

Mi  pirata tiene un secreter de palo sándalo labrado por  Pacheco El Dócil, liberto orfebre genial que lograba maravillas con la madera y el escoplo.
Pacheco El  Dócil, hijo de un esclavo africano, nació, vivió y murió en el gran valle de Santiago de León de Caracas. El secreter fue robado de la residencia del Conde del Lago, en el asalto a la ciudad de Maracaibo.
                                              
La pieza de estilo barroco caribeño,  posee tras gavetas y un secreter escritorio de cubierta articulada que sube y baja con maravillosa elasticidad. Por años estuvo en el camarote de proa de El Capricho, el barco de mi amigo el pirata. Finalmente atracó en la habitación principal de  mi  bisabuelo don Lorenzo Barceló Mirabet, filibustero fundador del mayor refugio de proscritos que existió en la isla de Cuba.

El refugio se  llamó, por años, Aguada La Sepultura, porque allí tuvieron que enterrar a Don Manuelito Dorotea, negro lucumí porquerizo al servicio de mi bisabuelo.

Un día del pasado, en invierno, el refugio se convirtió  en la ciudad de Punta Alegre.

Sólo he abierto una de las gavetas para inaugurar este blog. Tiemblo al pensar lo que sucederá cuando publique los papeles de la tercera gaveta, Espero me alcancen las fuerzas para cumplir el compromiso que adquirí con mi amigo, el pirata, muerto hace más de dos siglos. Será entonces, cuando su alma pecadora descansará en paz.


espero me comprendas


moya/2013

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