viernes, 26 de julio de 2013
jueves, 25 de julio de 2013
CANCIÓN ANTE UN CADÁVER CASUAL
AL HOMBRE QUE FUE JOSÉ AFRODICIO CERVANTES VÁZQUEZ.
AL CADÁVER QUE ES.
Este hombre ha muerto.
Que pena derrumba su importancia traicionado como está sobre su muerte cierta.
Este hombre gestionaba un aneurisma
para dejar el escenario donde actuaba
como una marioneta.
Es una traición que se haya muerto
en la butaca del espectador
reclinado en la nuca su cerebro tranquilo
sin decir su último bocadillo con la vida.
Estaba perfectamente dormido cuando murió
este que traicionó su voluntad
(Los traicionados pierden --por eso es derrumbante la traición-- el derecho a organizar
su propio desmoronamiento.)
No ha quedado una marca
una seña segura de su viaje sencillo
a la butaca de descanso.
No ha quedado una señal
un recuerdo seguro
de la costumbre de un hombre
que ejercitaba su gimnasia
su largo descanso de cadáver.
Porque admiro su cuerpo ciertamente rígido
sobre la butaca donde ha quedado muerto
sin despertar de su letargo vespertino
es que cuestiono mi tristeza emparentada
con todos los hombres de la tierra
que no dejan de estremecerse
una y otra vez
ante un cadáver.
Pudo ser un potro salvaje adormecido
su cerebro dormido.
Quedó exigiendo una continuidad de centella
una perfumadísima revolución inconclusa
que no pasó de ser un acto clandestino
despidiendo la luz de una ventana.
Se me deshace este hermano que ya no tengo.
Es mentira la cruel tranquilidad de este hombre quieto.
No se puede llegar hasta él,
aislado como una margarita de cristal,
incomunicado como el perdón,
olvidado como la misericordia.
Quiero tocar su inmensa luz
en combate tremendo interminable
contra la oscura sombra que lo envuelve.
Su silencio decapitado de errabundo
Su soledad de amante inédito y confuso.
Su olvido de todos los recuerdos.
Su nada tonta y larga
infinita repetición de la nostalgia.
Fuera de mi imaginación él es un cuerpo
que no canta agradecido una canción
ni besa al mundo complacido
Estoy seguro de que este hombre muerto
mientras dormía frente a la tarde clara de su ventana
no se prolongará mas allá de su último sueño material.
La memoria construye la imaginación
y este cuerpo no podrá crear nunca podrá
porque no puede imaginarse una memoria
Tal ve, en un esfuerzo por robarle a la nada
un derecho irreverente y riesgoso
clandestinando una actitud rebelde,
entre sueño y vigilia,
en completo guerrear de suspicacias,
haya pensado tristemente
"qué ingrato sueño se destroza en mi ventana"
y se haya despedido
para siempre.
moya
morón/l975
Y TENGO MIEDO A TODO
EL TEMOR INFINITO
TEMO A LAS CUCARACHAS. CON IGUAL INTENSIDAD TEMO A LAS MUJERES.
CUENTA MI ESPOSA QUE YO ESTABA DORMIDO. POR LA VENTANA ABIERTA PENETRÓ EN NUESTRO CUARTO UNA CUCARACHA DEL TAMAÑO DE UN DRON --ESOS AVIONCITOS NO TRIPULADOS QUE SE ADUEÑARÁN DEL PAISAJE HUMANO EN LAS PRÓXIMAS DÉCADAS-- Y SE POSÓ JUSTO EN EL ESPEJO DE LA CÓMODA QUE HEREDAMOS DE LA ABUELA DE MI MUJER.
DE UN SALTO ME PARÉ SOBRE LA CAMA. LOS OJOS DE LOCO FURIOSO. --¿DÓNDE ESTÁ LA CUCARACHA?
Y SIN TRANSICIÓN, TIRÉ LA ALMOHADA CONTRA EL MONSTRUO INVASOR. MI PROYECTIL DIO EN EL BLANCO, Y AL CAER, RODÓ SOBRE LA CÓMODA HASTA EL SUELO.
EN LA CAÍDA MI ALMOHADA JUSTICIERA ARRASTRÓ POMOS DE PERFUME, POTES DE CREMA REJUVENECEDORA, LA TAPA DEL JOYERO ESPAÑOL DE CRISTAL DE MURANO
Y, POR SUPUESTO, EL CADÁVER DEL BICHO ASQUEROSO.
SIN TRANSICIÓN YO PASÉ DEL SUEÑO PROFUNDO AL TERROR, Y DEL TERROR A LA MAS ENLOQUECEDORA AGRESIVIDAD.
QUÉ RADAR ANATÓMICO PERMANECE EN VIGILIA CONSTANTE EN LOS HUMANOS COBARDES, PROVOCANDO REACCIONES COMO LAS DE ESA NOCHE?
NO SÉ. LA RESPUESTA A ESA PREGUNTA SE ESCAPA A MI POBRE CAPACIDAD DE RACIOCINIO.
MI OTRO MIEDO --ESCRIBÍ EN LÍNEAS ANTERIORES-- ES UN DULCE E IRRESISTIBLE TEMOR A LAS MUJERES.
SI HUBIERAN VIVIDO LA ESCENA POSTERIOR A LA MUERTE DE MI CUCARACHA AGRESORA. SI HUBIERAN ESCUCHADO LAS PALABRAS ALADAS QUE MI ESPOSA UTILIZÓ PARA CALIFICAR MI ACCIÓN, USTEDES SE MOSTRARÍAN INDULGENTES CONMIGO.
NO QUIERO HABLAR DE LA RAJADURA EN EL CRISTAL DEL ESPEJO BICENTENARIO HEREDADO.
PERO COMO YA USTEDES CONOCEN, NO ME GUSTA COMENTAR LAS INTERIORIDADES DE MI MUNDO ÍNTIMO.
POR AHÍ CANTAN QUE LA COBARDÍA NO ES ASUNTO DE TAL Y CUAL COSA; O QUE SÍ ES ASUNTO, VÁYASE A VER. SABRÁN LOS VALIENTES.
A PROPÓSITO, HE CONOCIDO A ALGUNOS VALIENTES, MACHOS Y HEMBRAS.
POCOS.
moya/valencia
2013
martes, 23 de julio de 2013
¡QUÉ ALEGRÍA!¡SOY HUMANO!¡ME EQUIVOCO!!
ERRORES QUE ME UNEN A BUENOS AMIGOS
El buen amigo y mejor periodista y escritor Jorge Dávila; y el profesor laureado y premiado y ex amigo mío calvo y jodedor, Luis Sexto, que con tantos premios vive en el Olimpo, ambos dos, me han ayudado a rectificar errores publicados en la crónica sobre Carlos Aguirre y Sánchez.
PRIMERO.- El joven estudiante no murió en Las Ventas, Madrid. Murió en Bayona, otra plaza y otro pueblo español.
SEGUNDO.- El pobre elegido por el infortunio tuvo decenas de suertes adversas dirigiendo su destino. Era rico y podía viajar a cualquier lugar del mundo sin necesidad de esperar un premio.
Podía haber visitado la corrida dos días después y prefirió ese cartel.
La luneta donde estaba sentado se la cedió a una dama segundos antes de que el toro se sacudiera y
lanzara el estoque. Carlos se sienta en su nuevo lugar orgulloso de su caballerosidad. El estoque debía haber matado a la dama. Los hados decidieron romper el corazón de Aguirre.
Reproduzco parte de una narración escrita por el periodista Luis Sexto en LA PALMA DE LA MANO,
columna de Luis que aparece en el blog CUBAHORA. La crónica, muy bien escrita, fue publicada en el año 2012
El premio por sus méritos estudiantiles consistió en un viaje por Europa. El 2 de septiembre, en la plaza de toros de Bayona, el matador se disponía a concluir la faena. Los espectadores callaron. Casi se escuchaban los bufidos del toro. Sus pesuñas delanteras ahuecaban el suelo.
El torero alineó la espada a la altura de sus ojos.
El arma, delgada y puntiaguda temblaba en el aire ante de ir hacia el blanco.
En las gradas, Carlitos Aguirre se levantó y cedió su asiento a la joven norteamericana que lo acompañaba.
Ella había dicho: “Me molesta el sol…”
La espada entró en la testuz del toro.
Carlitos ocupó el puesto de la señorita Straus.
La bestia sacudió la cabeza…
El hierro se desprendió como si un arco tan tenso como la cólera la hubiese disparado. Y desde su nueva posición, segundos antes de morir, Carlos Federico Aguirre y Sánchez permaneció alelado, mirando aquel proyectil que en el rebrillar de su parábola sintonizaba el pecho del joven, entre miles de cuerpos suspendidos en un grito de sorpresa y miedo.
Creyente en el destino, según confesó en un libro de viajes publicado hacia sus veinte años, presumiblemente comprendió, como en un golpe de aire, que el nuevo asiento le había sido destinado por inexplicables engarces de las acciones humanas, sin que ya nada pudiese alterar la orbita de un recorrido que se escurriría con su sangre...
EL OBJETIVO DE MI CRÓNICA ERA CONVERSAR CON NERUDA SOBRE LA SUERTE Y OTRAS CASUALIDADES.
MI EJEMPLO HABÍA QUEDADO CORTO. AGUIRRE TUVO TANTA MALA SUERTE, QUE TIEMBLA EL MATERIALISMO MÁS ARRECHO QUE SE PUEDA IMAGINAR.
moya/20123
valencia
lunes, 22 de julio de 2013
SEGUNDA DESCARGA CON NERUDA
El Domingo 31 de Marzo publiqué unas líneas atrevidas tituladas QUE OPINAN USTEDES.
La suerte, el destino, el karma, la casualidad y sus consecuencias me son médula de hueso y
sombra de misterio.
Estimado poeta, permíteme contarte este cuento cubano. Sé que te burlas de la suerte y otras tonterías justificantes de vagos e incapaces.
Este hombre se llamaba Carlos Aguirre y Sánchez. Al fondo de la Universidad de La Habana existe un parque arbolado y abandonado que perpetúa su memoria.
El parque tiene estatua y láminas de bronce con inscripciones, como todo parque que se respete. La estatua de bronce de Carlos le mantiene joven, esbelto.
Así era él cuando se fue de paseo a España. Recién graduado de Abogado. Estudiante brillante premiado con ese viaje divino a la madre patria. Había obtenido 100 puntos en todas las asignaturas.
En la plaza Las Ventas, sentado en luneta de sombra, en preferencia, disfrutaba de la corrida en aquella tarde de sol y pasodobles.
El diestro entró a matar. Pinchó hueso con el estoque. El toro se sacudió intentando sacudirse la muerte,
y lo consiguió. La muerte voló junto al estoque y ambos, ella y él, se clavaron exactamente en el corazón
de Carlos Aguirre y Sánchez convirtiendo al joven abogado cubano, en esta estatua de bronce que miro
en la tarde, llena mi alma de preguntas.
QUÉ EFÍMERAS SON LAS PASIONES Y LOS SENTIMIENTOS
ANTE LA INEVITABLE SERENIDAD DE LAS COSAS
Esto escribieron en uno de los bronces. En otro dice:
CARLOS AGUIRRE Y SÁNCHEZ TEMPRANAMENTE ARRANCADO A LA VIDA
POR INCONCEBIBLE TRAGEDIA CUANDO ERA VIBRANTE EJEMPLO
A LA JUVENTUD
Poeta admirado, cómo explicarle al padre de Carlos, el viejo Aguirre, que no existe un destino ni una suerte, ni una casualidad.
Si lo hubieras mandado al Camaguey, o a Vieja Bermeja, o a Güiro de Boñigal a la finca de su abuelo,
no hubiera pasado la desgracia terribilísima que luego de cien años agobia mi alma. Así le digo al
padre con palabras ocultas que mueren en mi corazón.
¿Tú le hubieras dicho al viejo Aguirre palabras parecidas?
¿Qué hubieras escrito tú en los bronces que hizo grabar y fundir el viejo Aguirre cuando mandó
a construir el parque y a esculpir la estatua de su hijo?
Tú ya no puedes nada, poeta, la casualidad histórica asaltó Isla Negra y el fascismo Austral hizo tabla rasa con tu materialismo stalinista y tu autosuficiencia de triunfador.
Lo desconocido es la gran poesía del Universo.
moya/2013
valencia
INFINITA TRISTEZA DEL EXILIO (DOS)
El 24 de Mayo publiqué una narración escrita en Mayo de l972, en Punta Alegre, mientras sufría una semana de vacaciones en mi pueblito natal.
El cuento se titula MUJER QUE SE ALEJA. Ella va al exilio. Deja su gran amor de hembra enterrado en el cementerio de Morón y deja, enterrada, en el cementerio de Colón su infinito amor de madre.
Jamás imaginé que yo viviría en el exilio dolor similar al de aquella señora que mira por la ventanilla del avión cómo desaparece su pasado.
Quiero mostrar a ustedes este soneto perfecto de una mujer perfecta, poeta, hembra, madre, que alumbra la ciudad de Matanzas con sus relámpagos geniales a la edad de noventa años.
!¡ AY, HERMANOS QUE TENGO POR EL MUNDO!!
¡Ay, hermanos que tengo por el mundo,
ay, mi carne perdida en tres pedazos!
¿Dónde están esos rostros, esos brazos,
dónde están que en mi misma los confundo?
Aquí vivo con Patria, pero sola,
y no puedo olvidarlos simplemente
aunque sé que es mas huérfano el ausente
de esta tierra de luz y caracola.
¡Ay, hermanos que huyeron de mis venas
y que siguen llagando con sus penas
tantas noches terribles de vigilia...!
¡Cuántas veces invento vuestras almas
y me pongo a sembrarlos como palmas
para unir otra vez nuestra familia!!
CARILDA OLIVER LABRA
Quisiera escribir un comentario pero soy un simple mortal. Unicamente los dioses tendrían palabras olímpicas suficientes y apropiadas que sirvieran de marco
a tamaño soneto.
De de tres cosas sí soy capaz.
Mi dolor es del tamaño del dolor de la artista matancera.
Mi nostalgia tiene similar caudal al de ella.
Mi amor por Cuba y mi familia es infinito.
moya/2013
valencia
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