lunes, 22 de julio de 2013



INFINITA TRISTEZA DEL EXILIO (DOS)


 El 24 de Mayo publiqué una narración escrita en Mayo de l972, en Punta Alegre, mientras sufría una semana de vacaciones en mi pueblito natal.
El cuento se titula MUJER QUE SE ALEJA.  Ella va al exilio. Deja su gran amor de hembra enterrado en el cementerio de Morón y deja, enterrada, en el cementerio de Colón su infinito amor de madre.

Jamás imaginé que yo viviría en el exilio dolor similar al de aquella señora que mira por la ventanilla del avión cómo desaparece su pasado.
Quiero mostrar a ustedes este soneto perfecto de una mujer perfecta, poeta, hembra, madre, que alumbra la ciudad de Matanzas con sus relámpagos geniales  a la edad de noventa años.



!¡ AY,  HERMANOS QUE TENGO POR EL MUNDO!!


¡Ay,  hermanos que tengo por el mundo,
ay, mi carne perdida en tres pedazos!
¿Dónde están esos rostros, esos brazos,
dónde están que en mi misma los confundo?

Aquí vivo con Patria, pero sola,
y no puedo olvidarlos simplemente 
aunque sé que es mas huérfano el ausente
de esta tierra de luz y caracola.

¡Ay, hermanos que huyeron de mis venas
y que siguen llagando con sus penas
tantas noches terribles de vigilia...!

¡Cuántas veces invento vuestras almas
y me pongo a sembrarlos como palmas
para unir otra vez nuestra familia!!


CARILDA OLIVER LABRA



Quisiera escribir un comentario pero soy  un simple mortal. Unicamente  los dioses tendrían palabras olímpicas suficientes y apropiadas que sirvieran de marco
a tamaño soneto.
De de tres cosas sí soy capaz.
 Mi dolor es del tamaño  del dolor de la artista matancera.
Mi nostalgia tiene similar caudal al de ella. 
Mi amor por Cuba y mi familia es infinito.

moya/2013
valencia











 





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