LA DUDA CREA CONFLICTOS EXISTENCIALES

Empujo la pesada puerta de acceso. Penetro a la sección de animales vivos en una tienda de mascotas.

Me asaltan olores fuertes. Me asombra el silencio. Una pequeña cascada con un molino. Música de cuerdas.

Bajo un arco de madera labrada descansa un estornino asiático. Es un ave muy parlanchina si se le enseña adecuadamente.

El animalito ladea la cabeza y me mira con un ojo. Con voz zalamera me dice: 

¡Hola, Qué tal?

Me detengo y me siento asombrado.  La duda me invade y quedo mudo.

El estornino, esta vez con timbre molesto, me dice: 

¿Qué  pasa, hombre, es que no sabes hablar?

Me devuelvo. Salgo de la sección de aves vivas. Salgo de la tienda de mascotas. Camino hasta un parque cercano y me siento en un banco bajo un árbol. 

Sobre mi cabeza gorjean y pian decenas de aves que van a dormir. El sol muere en el lejano horizonte.

Siento la humedad caliente que rueda por mi frente y me tapa un ojo. Con el pañuelo me limpio la deposición viscosa que ha caído del árbol.

"Dulces sueños, pajaritos" pienso mientras añoro una escopeta.

!!Menos mal que los elefantes no vuelan!!

moya/2013