lunes, 22 de julio de 2013



SEGUNDA DESCARGA CON NERUDA



El Domingo 31 de Marzo publiqué unas líneas atrevidas tituladas  QUE OPINAN USTEDES.

La suerte, el destino, el karma, la casualidad y sus consecuencias me son médula de hueso y
sombra de misterio.

Estimado poeta, permíteme contarte este cuento cubano. Sé que te burlas de la suerte y otras tonterías justificantes de vagos e incapaces.

Este hombre se llamaba Carlos Aguirre y Sánchez. Al fondo de la Universidad de La Habana existe un parque arbolado y abandonado que perpetúa su memoria.

El parque tiene estatua y láminas de bronce con inscripciones, como todo parque que se respete. La estatua de bronce de Carlos le mantiene joven, esbelto.

Así era él cuando se fue de paseo a España. Recién graduado de Abogado. Estudiante brillante premiado con ese viaje divino a la madre patria. Había obtenido 100 puntos en todas las asignaturas.

En la plaza  Las Ventas, sentado en luneta de sombra, en preferencia, disfrutaba de la corrida en aquella tarde de sol y pasodobles.

El  diestro entró a matar. Pinchó hueso con el estoque. El toro se sacudió intentando sacudirse la muerte,
y lo consiguió. La muerte voló junto al estoque y ambos, ella y él, se clavaron exactamente en el corazón
de Carlos Aguirre y Sánchez convirtiendo al joven abogado cubano,  en esta estatua de bronce que miro
en la tarde, llena mi alma de preguntas.

QUÉ EFÍMERAS SON LAS PASIONES Y LOS SENTIMIENTOS
ANTE LA INEVITABLE SERENIDAD DE LAS COSAS

Esto escribieron en uno de los bronces. En otro dice:

CARLOS AGUIRRE Y SÁNCHEZ TEMPRANAMENTE ARRANCADO A LA VIDA
POR INCONCEBIBLE TRAGEDIA CUANDO ERA VIBRANTE EJEMPLO
A LA JUVENTUD


Poeta admirado, cómo explicarle al padre de Carlos, el viejo Aguirre, que no existe un destino ni una suerte, ni una casualidad.

Si lo hubieras mandado al Camaguey, o a Vieja Bermeja, o a Güiro de Boñigal a la finca de su abuelo,
no hubiera pasado la desgracia terribilísima que luego de cien años agobia mi alma. Así le digo al
padre con palabras ocultas que mueren en mi corazón.

¿Tú le hubieras dicho al viejo Aguirre palabras parecidas?
¿Qué hubieras escrito tú en los bronces que  hizo  grabar y  fundir el viejo Aguirre cuando mandó
a construir el parque y a  esculpir  la estatua de su hijo?  

Tú ya no puedes nada, poeta, la casualidad histórica asaltó Isla Negra y el fascismo Austral hizo tabla rasa con tu materialismo stalinista y tu autosuficiencia de triunfador.

Lo desconocido es la gran poesía del Universo.


moya/2013
valencia  
























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