domingo, 6 de abril de 2014

ESTE DOMINGO TRISTE


NO SÉ EN QUE CARRETA, NI POR CUAL CAMINO, NI HACIA QUÉ LUGAR ME LLEVARÁ LA MUERTE.



Este domingo  claro,  pienso en mi tristemente. Siento la soledad como un golpe físico.  Sufro dolores interminables que injustamente publico, para atormentar a algunos y preocupar a otros.


Lean, si saben; lean si pueden; lean si quieren este soneto de Jesús, el Indio, el hombre que nació

en San Miguel del Padrón, en La Habana y que  es, y será,  un contrincante temible luchando contra el olvido.



X

Vendrá mi muerte ciega para el llanto,
me llevará, y el mundo en que he vivido
se olvidará de mí, pero no tanto
como yo mismo, que seré el olvido.

Olvidaré a mis muertos y mi canto.
Olvidaré tu amor siempre encendido.
Olvidaré a mis hijos, y el encanto
de nuestra casa con calor de nido.

Olvidaré al amigo que más quiero.
Olvidaré a los héroes que venero.
Olvidaré las palmas que despiden

al Sol. Olvidaré toda la historia.
No me duele morir y que me olviden,
sino morir y no tener memoria.

 

 

Al publicar el soneto lo he vuelto a leer, confieso que me lo aprendí hace años. Y hoy, este domingo

claro, me acogota la misma sensación de angustia que sentí  aquella madrugada, víspera del día en

que me vinieron a detener.


En la celda, durante sesenta y dos días, repetía los sonetos de EL CONSCIENTE CREPÚSCULO

y escribía, sin papel, sin lápiz, con los ojos tapados por un pañuelo, relatos de aventuras filibusteras que se desarrollaban en los cayos e islas del norte de Cuba.

 

Que desaparezca la memoria es la mayor ingratitud que tenemos que agradecer a la muerte.

 

 

moya

valencia

2014










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados. Cariños
    Mayda

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  2. Felicidades por esta deliciosa gaveta. Me quedé en el día 6. Pasa algo?

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